Guillermo Esteban: tasaciones inmobiliarias

Nací en Barcelona en 1952, donde cursé mis estudios de arquitectura colegiándome en 1976. Ejercí la arquitectura “liberal” hasta 1996, fecha en la que me incorporé al mundo de la empresa, en concreto al de las sociedades de tasación. Esta actividad ya la había desarrollado ampliamente en mi etapa “liberal” compaginándola con el ejercicio “tradicional” de la profesión.

¿A qué te dedicas? ¿Cómo es tu trabajo?

Director territorial de TINSA. Consiste en la dirección, gestión y representación de TINSA (primera sociedad de tasación por volumen y facturación) en Catalunya. Tengo a mi cargo 30 persona de plantilla y 200 tasadores externos, todos ellos liberales autónomos. La facturación anual de la territorial ronda los 20.000.000 €.

¿Cómo llegaste a hacer este trabajo?

Por casualidad (como muchas cosas en esta vida), y por agotamiento y fustración de la actividad “tradicional” (proyectos, obra, etc.). Considero la actividad tradicional tremendamente desagradecida, tanto profesional como económicamente.

¿Por qué estudiaste arquitectura?

Sin excesivo convencimiento. El paso de los años y el conocimiento de otras disciplinas me ha hecho ver que quizás me equivoqué eligiendo esta carrera. Sinceramente creo que por mis aptitudes debería haber elegido otra carrera que sin lugar a dudas me habría satisfecho mucho más.

¿Te han servido de algo tus estudios de arquitectura? ¿Para qué?

Si por supuesto. Estudiar una carrera siempre es positivo, tanto profesional como personalmente. Además en mi sector es un imperativo legal poseer el título de arquitecto o arquitecto técnico para poder tasar.

¿Consideras que lo que haces es arquitectura? ¿Te sientes arquitecto?

Si, por supuesto. Me molesta mucho esa idea de que los arquitectos que no son autónomos y no se dedican a proyectar son menos arquitectos. Solo aceptaría esta afirmación si nuestras ciudades y nuestros pueblos fueran un ejemplo en edificación y urbanismo, pero a la vista de lo que hay, no me queda mas remedio que calificar a la mayoría de “proyectistas” y “urbanistas” de mediocre profesionales, por lo que no acepto ninguna crítica de ellos. Además esto solo pasa en nuestra profesión ¿porqué?.

En ningún otro ámbito profesional se plantearía esta cuestión.

¿Echas de menos proyectar edificios?

No. La considero una etapa pasada, de la que no me arrepiento, pero que en absoluto añoro.

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