Tecnología, interacción, elección y libertad

Si la tecnología controla todos los resultados de forma rutinaria (como si se tratara de una tubería de datos) hay un alto riesgo de que se convierta en obsoleta, cada vez menos utilizada o tan rutinaria que apenas sea interactiva. Muy parecido a comprar un billete de en una máquina automática: sí, usted tiene opciones, pero difícilmente se puede llamar a esto un acto interactivo.

Esta frase de Saskia Sassen acerca de las smart-cities que hizo en esta entrevista resume perfectamente uno de los grandes riesgos de este tipo de ciudades: el hecho de que la tecnología esté tan presente hasta el punto que parece gobernarlo todo convierte a la ciudadanía en meros consumidores de opciones predeterminadas (¿por quién? ¿gobernantes? ¿empresas?), por muy interactivas que sean las relaciones entre ambos.

Y es que interacción, elección y libertad son conceptos muy próximos pero no son lo mismo y no deben confundirse. Y menos aún deliberadamente, algo que por desgracia estamos acostumbrados a ver en otros ámbitos, el más dramático de los cuales es el político, que está llevando a la democracia representativa hasta los límites más absurdos en pos de una libertad cada vez más limitada y sesgada.

Carlos Cámara
Carlos Cámara
Arquitecto. Doctor. Profesor. Aprendiz.

Profesor, investigador, aprendiz.
Interesado por las comodificaciones entre ciudad, sociedad y tecnología

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