Mi respuesta en N+1 ante la precariedad laboral

Hace unos días en el blog N+1 (del que me declaro fiel seguidor), Jose María Echarte denunciaba en el post "Poner la cama" una oferta laboral publicada en la bolsa de trabajo del COAM y que era totalmente abusiva tanto por la desproporción entre exigencias (doctorado, experiencia laboral, idiomas...) y salario (16.000€ anuales inicialmente) como las condiciones (autónomo, "flexibilidad y disponibilidad total en función de las necesidades del estudio sin atención a horarios ni días laborables" -sic.). El caso ha sido tan sonado que apareció en portada de meneame.net (donde recibió 107 comentarios), ha recibido más de 94 comentarios en el artículo original y se publicó una denuncia en la web de actuable que ha conseguido recabar más de 2350 firmas que se han traducido en 2350 correos para el COAM y para el estudio implicado. Entre una cosa y otra se ha ido modificando rápidamente la oferta laboral, primero para aumentar la remuneración (llegó hasta 22.000€ anuales), luego la edad (ampliable hasta 45 años) y el modo de contratación (de "autónomo" a  "autónomo o indefinido a elegir" sic.) y finalmente se retiró de la bolsa de trabajo, lo cual me parece un gran logro. A continuación dejo mi pequeña aportación, una copia del comentario que puse en el post original:

Entre tanto comentario cuesta aportar algo nuevo. Aún así me gustaría dar mi opinión. Creo que vuestro artículo es pertinente y necesario y que la situación que denunciáis en este artículo es grave por varios motivos:

  1. confirma que hay gente sin escrúpulos que quiere enriquecerse a costa del trabajo de los demás
  2. constata que los colegios, en este caso el COAM, no está por la labor de velar por sus colegiados y por tanto se convierten en cómplices necesarios para contribuir a que la situación decrita en #3 sea tan mala como es
  3. constata que el sector de la profesión está mal (en un comentario se ha dicho que como mínimo había 16 candidatos para una oferta abusiva)

Respecto el punto 1 poco puede hacerse: siempre habrá gente sin escrúpulos, pero ello no significa que tengamos que resignarnos y aceptarlo: Ante el vicio de pedir está la virtud de no dar. Es cierto que cuando la situación está tan mal y hay gastos a los que hacer frente, familias a las que mantener… y en ese contexto uno no piensa en el colectivo sino en su propia subsitencia y la de su familia, por tanto ante este razonamiento 1200€ > 0€ . Eso es perfectamente comprensible y no seré yo quien juzgue la decisión a pesar de que vaya en contra de todos mis principios (espero no encontrarme nunca ante esa tesitura).

Pero precisamente por eso, para evitar tener que poner a las personas contra la espada y la pared entre elegir algo malo y algo peor, estas ofertas no deberían de poder hacerse públicas. Y aquí es donde entran los Colegios Profesionales, que recordemos se deben a la profesión, concretamente en este caso los arquitectos como colectivo (que son quienes les pagan las cuotas). El hecho de que la situación sea mala en todos los sectores y que los haya incluso más desfavorecidos o que los honorarios de los arquitectos sean libres (podríamos hablar de ello en otra ocasión) no significa que todo valga. No mezclemos peras con manzanas.

No estoy pidiendo censura. No estoy pidiendo ir en contra de un colegiado (al contrario, es pedir que los intereses de un colegiado concreto no prevalezcan ante los de otro). Tampoco hablo de ética, de moral o de dignidad. Ni tan siquiera pido sentido común, que por desgracia no abunda, y en este sector, menos. Lo que pido es que se cumpla la legalidad. Si hay una ley que denuncia el modelo “contractual” de los falsos autónomos que tanto daño ha hecho tanto a los autónomos (que posiblemente hoy muchos estén sin trabajo y sin prestación de ningún tipo) y al resto de arquitectos que al cumplir con la legalidad no eran competitivos, no debería permitirse que eso vea la luz. Si alguien quiere un autónomo debería encargarle un trabajo, y por supuesto nada de fijar dedicaciones ni horas presenciales, que a estas alturas ya sabemos lo que significa subcontratar y lo que no. Si por el contrario alguien quiere un asalariado debería saber que hay convenios, categorías… que establecen unos mínimos que esta oferta incumple, por tanto tampoco debería admitirse la oferta (ante esta situación podríamos preguntarles a los colegios bajo qué convenio contratan a sus arquitectos).

Es por todo lo descrito creo que los colegios son cómplices necesarios de una precarización del sector porque priman los intereses privados de unos pocos en detrimento del colectivo profesional, y por ello denuncias desde la seriedad y sin caer en un ajuste de cuentas virtual como las realizadas en este blog son de agradecer cuando quien tiene que tomar las riendas no lo hace. Para mi es un motivo de satisfacción y esperanza ver cómo esta oferta se ha ido modificando paulatinamente (primero aumentando el sueldo, luego cambiando las condiciones contractuales y finalmente desapareciendo). Si desde un blog y de forma extraoficial se ha conseguido esto, ¿qué no podríamos conseguir como colectivo o si estuviésemos apoyados por los estamentos oficiales?
Enhorabuena por la iniciativa.

Carlos Cámara
Carlos Cámara
Arquitecto. Doctor. Profesor. Aprendiz.

Profesor, investigador, aprendiz.
Interesado por las comodificaciones entre ciudad, sociedad y tecnología

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